El Ocho

La protagonista de esa apasionante historia es Catherine Velis, aficionada a las matemáticas y al ajedrez, experta en informática que trabaja para una gran empresa situada en la ciudad de Nueva York. Su empresa, decide trasladarla a Argelia, dónde elaborará un programa informático para la OPEP. Aquí empieza su verdadera aventura.

Durante los días en que prepara su viaje a Argelia, Cat acompaña a su amiga Lily Rad, una experta ajedrecista, a un torneo en el que conocerá al gran maestro ruso de ajedrez Alexander Solarin, y se verá involucrada en un asesinato. Incluso intentan asesinarlas a ellas.

A partir de aquí se verá involucrada en la búsqueda de las piezas de un ajedrez legendario, el ajedrez de Montglane. Que según dice la leyenda, perteneció a Carlomagno y en sus piezas está encerrada la fórmula de un poder superior y con el que todo el mundo ha soñado. ¿Qué poder será? Un poder tan grande que están dispuestas a morir y a matar por conseguir el secreto.

Una búsqueda similar a la que emprendió 200 años atrás Mireille, una novicia de la Abadía de Montglane, debajo de la cuál habían sido enterradas dichas piezas. Su misión es peligrosa, debe reunir todas las piezas y esconderlas en diferentes rincones del mundo, para que no caigan en manos indeseadas.

Durante ambas búsquedas, tanto Mireille en 1790, como Catherine en 1972, se dan cuenta de que están involucradas en un juego muy peligroso, que está dispuesto a llevarse sus vidas y la de las personas que las rodean por delante, dónde no pueden confiar en nadie, dónde todos esconden secretos y dónde todos buscan su propia supervivencia.

Ambas saben que hay dos equipos, el negro y el blanco. La pregunta es: ¿cuál de ellos es el bueno? Todas las personas que les rodean parecen ser piezas de ajedrez, pero ¿son de su mismo equipo? ¿Pueden confiar en ellas? ¿O simplemente quieren sacrificarlas como si de peones se tratara? Y si ellas… ¿fueran la reina?

Se trata de un juego del que jamás podrán escapar.